viernes, 16 de marzo de 2012

Ella y sólo ella.

Una sonrisa de superioridad le acompañaba siempre en la cara y aún así nunca se dejaba atrás el encanto. Parecía seria en todo momento pero cualquiera te decía que era todo lo contrario, que lo era cuando era preciso. Dominaba la palabra, te sonrojaba con una simple y dulce mirada.
No soñaba ni con la luna ni con el infinito, el pasado le había fallado prometiéndole ambos.
Se conformaba con vivir cada día, disfrutar cada uno de los momentos que aparecían en su vida.
No se arrepentía de su pasado, nunca, en ningún momento.
Tanto le daba el tiempo y el lugar si estaba con quien ella de verdad deseaba vivir ese instante.
En su cuerpo estaba descrito la verdadera perfección, la cual yo deseaba cada día a mi lado.
Recuperaba el aliento cuando estaba cansada, no le hacía falta disimular.
Podías esperarte de ella lo imposible y más, nunca se daba por vencida y nunca se lo daría.
Su sonrisa callaba a cualquiera, era perfecta, era lo que todos soñaban, lo que todos deseaban.
Ella y sus defectos te hacían apreciar más de sus virtudes.
Te hacía apaciguar solo con observarla.
Un sueño, mi sueño inalcanzable y cuando justo consigo rozarte al mismo tiempo consigo perderte.
Eres tú o tú.

1 comentario:

  1. No me puedo reprimir y tengo que comentarte esta entrada.
    Afortunada ella.
    GUAU.

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