Tiempo al tiempo.

Me llegaría a hacer aliado del tiempo con tal de conseguir hacer un día a tu lado más largo.

Le obligaría a pararse en cualquier roce de tus labios, con cada abrazo y en toda caricia.

Brumbrumbrumburm...

Es impresionante la manera en la que podemos asociar las cosas con una persona...

Sólo ver mi propia mano ya me recuerda a ti, hace que se me vengan momentos contigo, a mi lado.

Una simple canción puede hacerme pensar que la estás escuchando a la vez que yo y que disfrutas de ella al igual que yo.

Escuchar tu nombre a lo lejos, aunque no sea por ti, hace que algo se active y que esos cosquilleos den paso a recordar tu mirada.

Y quién me diese que algo me hiciese notar el calor de tus abrazos o que se me pongan los nervios a flor de piel pero eso es algo que solamente consigues tú.

No te lo he dicho casi nunca pero te quiero, nunca lo dudes, aunque me lo guarde para mi.

Me encantaría poder...

Pequeños placeres como el de verte nada más levantarme o prepararte el desayuno. Entregarte besos cada tarde y abrazarte cuando empiece a hacer frío.
Pero sin dudarlo dos veces....
El placer más grande sería hacerte la chica más feliz del mundo.

Quiero tardes a tu lado, tardes en las que te demuestre todo, tardes en las que no se necesiten palabras.

En cada una de ellas tendrá todos los te quieros que desees, sólo tuyos.

De vuelta de ese pedazo de torneo con mis candeanas, ya de noche, sólo se veía, en ocasiones, el rastro de luz del faro. Aquel faro que de enana cada vez que lo veía me tranquilizaba y ya a partir de ese momento ya era capaz de dormir tranquila hasta llegar a casa.
Miles de cosas se me pasaron en ese instante por la cabeza, pero la duda que me abordó fue si tú serías quien me iluminara, la persona que me tranquilizaría día a día.
Y tal y como fluyen las cosas lo dudo, dudo que seas tú las que me entregue sus besos, la que me despierte alguna que otra mañana en su cama, la que me abrace y me diga que todo va a ir bien o la que me regale te quieros en sus susurros.
Dudo que seas tú la que, a partir de algún día, me agarre la mano cuando vayamos caminando.

Carpe diem.

Y empezaron a sonar canciones que ni siquiera  recordaba ya. Muchos hubiesen empezado a llorar por todos los momentos perdidos que recogían, al contrario que esos muchos yo empecé a sonreír, eran momentos muy buenos, graciosos, divertidos, bonitos, dulces, fueron... Lo que yo deseaba en aquel momento, fueron únicos, especiales. Algo inolvidable por mucho tiempo.
Y hoy es cuando me plante lo que muchos me dijeron alguna vez ''¿Nos acordaremos cuando seamos viejos?'' Ni la más mínima idea pero al menos durante bastantes años sé que lo recordaré. Pero sin pasarse, recordarlos sí pero no vivir de ellos, no podemos vivir pensando sólo en el pasado, en que hubiese pasado si aquel día no hubiera hecho aquello, porque así nunca disfrutarás del presente.
A muy poca gente no le gusta la música y es que siempre hay algo que te llama, siempre hay algún estilo acorde contigo , algo que te hace ir más allá con esa canción. ¿A quién no le hace recordar momentos, una canción o una simple estrofa? Forma parte de nosotros, nos hace disfrutar el momento.
Ahí lo dejo.