domingo, 15 de enero de 2012

Sé perfectamente lo que no quiero, al mismo tiempo conozco al detalle lo que deseo.
En ocasiones las palabra son buenos aliados para convencer, otras veces los abrazos son todos los responsables de que surja amor, de las miradas mejor ni hablo y los besos... Vida.


Sé de sobra que el número 26 es inalcanzable, cada vez que se menciona pienso más en lo imposible que es. No quiero decir adiós a nada nunca pero por desgracia tengo que decirlo aún que todavía no lo voy a hacer. 
Un segundo puede hacer que todo cambie.
Nunca pienses en que es mejor o peor de cada momento.
Otros podrán asegurarte placer y vicio y tú lo negarás porque supuestamente esperas a tu amor.


No sé si me alegra o me entristece pero aquí ya no truena nada, no llueve, ni siquiera hace frío.
Un día seré libre, lo sé.
Ese día vendrá pronto, te lo prometo, de verdad.
Segurísimo, verdad de la buena...
Todavía no me creo que ya no aparezcan sollozos en compañía de los recuerdos.
Ríete, sabes que me gustan todo tipo de risas y que desprecio cualquier llanto.
O ahora o nunca así que hazme una promesa, dime que tú sí que conseguirás la libertad.













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